Un médico de Marianao.

"Casi todos los médicos tienen su enfermedad favorita", escribió alguna vez Benjamin Franklin. Esta es mi enfermedad: escribir. De Marianao al Canadá, curando gente, opinando del calor, la nieve, las ciudades y enfermando de ideas personales.

martes, enero 12, 2010

Unos días de sol en el Labrador


Días de sol no son comunes en esta ciudad. Como el verano para los cubanos el invierno es la temporada más larga de la península y se extiende desde fines de Agosto hasta bien entrado Junio. Las últimas nieves del invierno pasado cayeron el dos de Junio y las primeras nieves del invierno presente el veintiséis de agosto. Aquí no hay estaciones, el invierno es dominante y significa días grises, lluvia y frío.
Afortunadamente y como alivio para mis quejas el astro todopoderoso se ha dignado a visitarnos y a pesar de las bajas temperaturas no puedo dejar de reconocer que el invierno tiene su belleza.
He aquí unas fotos que tomé durante el fin de semana.




El lago congelado con un caminante solitario



La mina humeante al final del lago congelado



Huellas de Skii Doo sobre el Lago



Desde mi ventana

6 comentarios:

Pluma Roja dijo...

Hola, seguro hablas de Canadá, tengo una hija casada con un mexicano y viven en Canadá. Las fotografías me parecen hermosas. Vine a visitarte y a agradecerte tu visita en mi blog, El rincón de mis cachivaches. Te invito para que llegues a mi blog: plumarojablogspotcom.blogspot.com y que me sigas como lo hago yo ahora mismo. Te espero. Hasta pronto.

Rodrigo Kuang dijo...

Y yo que me creía en el Polo por los cuatro o cinco grados sobre cero de esta temporada en Hermosillo. Para un cubano ha de ser muy drástico caer de fly en el vórtice del polo norte, vaya, ni siquiera las nievecitas de la españa norteña o las blanqueadas de California. Aunque no deja de ser extremadamente hermoso. Ya sé que no tiene mucho chiste palear arena para poder arrancar el carro, pero qué bellos paisajes, como aquellos que tenemos incrustados en el hipotálamo desde las películas soviéticas, los abedules y la taigá, o las novelas de Jack London.

Rodrigo Kuang dijo...

Tuve que dar click en la foto para poder ver al caminante solitario, chiquitico como una hormiga. Coño, al pobre se lo traga la enormidad del paisaje.

Establo Pegaso dijo...

La belleza del blanco también tiene su parte 'oscura'. Es un hermosísimo ángel desangelado y quizás por eso nos fascina.

Un saludo

cubangerman dijo...

Bellas fotos,sobre todo la primera,donde el pequeño hombrecito se pasea como si el mundo fuera para el solo.
indiscutiblemente la nieve tiene su cosa péro mejor aun es disfrutarla en esos parajes apartados en el vasto territorio del canada,espero muy pronto ver todo eso en vivo,en directo y a todo color
saludos

Casía dijo...

que frío, solo con ver las imagenes tirito