Un médico de Marianao.

"Casi todos los médicos tienen su enfermedad favorita", escribió alguna vez Benjamin Franklin. Esta es mi enfermedad: escribir. De Marianao al Canadá, curando gente, opinando del calor, la nieve, las ciudades y enfermando de ideas personales.

sábado, octubre 23, 2010

El imperio del mal ha sido derrotado.




Los Yanquis de Nueva York han sido eliminados. Para aquellos no familiarizados con el béisbol de las grandes ligas norteamericanas, los Yanquis son el equivalente al Real Madrid de la liga española o el Manchester United de la liga inglesa. Lo común en los tres equipos, es que sus dueños escatiman muy poco dinero en el afán de poner banderines y galardones en las altas paredes de sus estadios y a veces la ética de la competencia leal se desvanece, especialmente cuando se trata de firmar, con suculentos contratos a los mejores jugadores disponibles. Los Yanquis, en esta temporada, pagaron 207 millones de dólares en salarios; por el contrario, los ganadores del Texas solo pagaron 55 millones de dólares. El tercera base de los yanquis Alex Rodríguez recibirá al final de la serie mundial 33 millones, mientras la suma a recibir por todo el staff de lanzadores de los favoritos del Texas se quedará por debajo de esa cifra.
Sin embargo en la gran victoria del Texas hay mucho más que mesura y talento. Josh Hamilton jardinero estelar y ganador del trofeo al jugador más valioso de la serie, regresa a la cima, después de años tratando de combatir su adición por el alcohol y las drogas. Sus compañeros de equipo prefirieron celebrar la victoria con Ginger Ale en vez de la tradicional propulsión del champan y así honrar la estricta disciplina que ha logrado encausar la carrera del gran bateador.
El imperio del mal ha sido derrotado una vez más. La moraleja es simple: el dinero no puede comprar la victoria, solo el talento y la convicción de los jugadores. Ojala los inescrupulosos que habitan las oficinas desde donde se mueve el dinero de los Yanquis aprendan la lección. El béisbol es un gran juego que no debe ser empañado por la codicia y el afán enfermizo de ganar a cualquier precio. Bienvenido el esfuerzo de los campeones.

domingo, octubre 17, 2010

Canción y fotos de otoño

La adoración por la canción romántica es inherente a los nacidos en esta parte del mundo. Especialmente la canción que representa asuntos del amor y desamor con el ingrediente básico de la tragedia melancólica con finales no muy prometedores. Los ejemplos abundan, rápidamente mencionaría el Tango, el Bolero y la Ranchera como los más típicos. Sin embargo los genes intrínsecos del romanticismo nos llegaron desde la madre España que luego fueron mezclados con la añoranza de los esclavos africanos y de ahí aquello que llaman nuestra idiosincrasia cultural y poética. En medio de toda esa certeza, hoy amanecí tarareando una canción del cantautor español José Luis perales. Veinte años atrás posiblemente no hubiera reflexionado mucho sobre el texto. Sencillamente nunca había experimentado a plenitud la estación del otoño. En el Labrador cada estación dura lo suficiente coma para sentirlas, aunque la primavera y el verano siempre están en desventaja. El tema de José Luis Perales es bastante ligero, pero sus versos se me antojan categóricamente reflejantes del estado de ánimo que induce un día de otoño. En un final todo es poesía aun cuando los versos no tengan el vuelo poético de un poema de Pablo Neruda.
cancion de otoño Jose Luis Perales » Baladas De Oro ».mp3

jueves, octubre 07, 2010

SALTO


La nada y el vacío suponen dos categorías distintas
La nada: la absoluta inmediatez del ser, la negación de lo viviente
El vacío: la ausencia de lo material, la desolación
Ahora, me lanzo al abismo
aleteo
no vuelo
suspiro
caigo
me estrello
soy nada.


Pintura: Equilibrio
pintor-escultor: Blanco Lozano (Cuba)