Un médico de Marianao.

"Casi todos los médicos tienen su enfermedad favorita", escribió alguna vez Benjamin Franklin. Esta es mi enfermedad: escribir. De Marianao al Canadá, curando gente, opinando del calor, la nieve, las ciudades y enfermando de ideas personales.

miércoles, marzo 03, 2010

A propósito de la muerte de Orlando Zapata Tamayo


Es difícil ser cubano y mantenerse al margen de la política nacional. Salí de Cuba buscando un futuro mejor, asqueado de la política oficialista y de la propaganda reiterada de los logros de la revolución— llámese dictadura fidelista— y la amenaza nunca palpable, pero siempre presente según la paranoia castrista, de la agresión e injerencia del gobierno de los Estados Unidos. En los últimos doce años la realidad cubana no ha cambiado mucho, la dictadura dinástica impuesta al pueblo cubano sigue haciendo uso del recurso histórico de desvirtuar y desacreditar la imagen política de los opositores internos del régimen. La muerte del disidente y luchador pacífico Orlando Zapata Tamayo ha sido sucedida por escritos antiéticos y malintencionados de los pocos intelectuales— sirvientes más bien—que aún le quedan al gobierno del decrépito comandante.
Un hombre que muere de inanición después de 86 días de huelga de hambre no puede ser otra cosa que un criminal, si aceptase lo contrario, el dictador asumiría el potencial de héroe del opositor lo cual en términos políticos sería algo así como una auto bofetada estratégica. La prensa oficial poco ha hablado del suceso, solo un lacónico informativo televisado de nueve minutos y trece segundos sin matices o detalles específicos algunos. En el ámbito latinoamericano, líderes como Lula Da Silva y otros presidentes pro- izquierdistas, incluyendo el presidente mexicano Felipe Calderón, han minimizado el acto moral y vindicativo del huelguista y poco menos lo han valorado como un acto de poca trascendencia política.
Del otro lado del océano, la unión europea se debate en la ambigüedad de su posición hacia la dictadura. El partido socialista de España, liderado por Zapatero hace lo posible por encontrar una posición común en la mancomunidad con el objetivo de regularizar las relaciones con la isla e incrementar las relaciones políticas y económicas. Sin embargo la muerte permitida del luchador, por parte del gobierno cubano, pudiera ser un obstáculo inesperado en el mejoramiento de dichas relaciones.
Lo cierto es que la gran mayoría de los gobiernos cívicos y democráticos del mundo se han expresado en contra del crimen de Orlando. El tiempo dirá cual será el costo político de esta acción deliberada de la dictadura y si finalmente se decidirán a neutralizar por la fuerza, públicamente o no, a la creciente cantidad de opositores y luchadores por la libertad.
Algo me dice que esta dictadura ha empezado a matar sin escrúpulos y no parará de hacerlo hasta el ultimo día en el poder.

4 comentarios:

El Tinajón dijo...

Sin duda lo harán, eso es lo triste y preocupante, no permitirán que la disidencia los desestabilice, y en caso de necesitarlo asesinarán publicamente cualquier manifestación masiva y acto de rebelión popular.

Cubiche dijo...

Así mismo es, docto. Y usted como médico sabe que fue una falacia lo de que le dieron atención esmerada a Zapata. El tipo ya estaba moribundo y a última hora no lo salvaba ni el médico chino. Al pobre lo dejaron morir a la misma hora en que mataron a Lola, y ellos tan campantes, echándole la culpa al bloqueo y a los ciclones.

Lady Jones dijo...

Y seguirá, seguirá, seguirá, no?
Hay algo jodidamente maligno que gira en paralelo a la bondad... y es irrefrenable.
Un beso desde la paralela del bien.
LADY JONES

cubangerman dijo...

Estos temas y en esto tiempos que corren no son nada fácil,nuestra isla y su gente siguen en ese aguante indefinido matizado por el despojo total de opinión propia y lo peor aun el derecho a poder ejercerla,son muchas las formulas y tendencias para arrancar el mal de raíz pero nada se mueve ni surte efecto,de todos modos los valientes que prefieren dejar de comer y morir antes de someterse al régimen nos dan el mejor de los ejemplos.con nada y sin fuerzas le dan esa trompada sin mano que el tirano merecen,el percibe bien y tiene muy claro lo que se gesta en las masas,quizás por que el mismo estuvo en ese plano, me temo que aunque no corra la sangre, crímenes como este serán cada ves mas frecuentes